Supuestos Trabajadores y «supuestos amigos»

Es común y frecuente que pequeñas y medianas empresas den de alta al IMSS a “supuestos trabajadores”, como si fueran parte de sus empleados, a cambio de que éstos les reembolsen el costo de la carga social y fiscal.

La carga social y fiscal es la cantidad de dinero que una empresa paga en cuotas y aportaciones para la seguridad social, impuestos federales y estatales, por cada trabajador contratado.

Cuando lo anterior sucede, esas pequeñas y medianas empresas obtienen un doble beneficio pues internamente, contabilizan el gasto erogado por la “contratación y ocupación” de esos “supuestos trabajadores”, y por fuera del agua, estos trabajadores le pagan a la empresa (patrón) los gastos erogados, haciendo con ello toda una simulación laboral, por echarle la mano “a una buena amigo”, para que genere o recupere sus derechos en el IMSS e Infonavit.

Desde luego, mientras los Institutos no se percaten de ello, “todo es normal y además, legal”.

Le comento lo anterior porque hace días atendí a una dama a quien la hacen aparecer como “empleada de una pequeña empresa”, propiedad de una amistad cercana y cuál va siendo su sorpresa de que, al revisar sus datos y registros de su trayectoria laboral, solo le han reportado al IMSS e Infonavit, uno o dos, máximo tres bimestres por año laborado.

Por si fuera poco, sus datos personales y registros en ambos Institutos, son incorrectos e imprecisos y ahora debe de realizar múltiples gestiones para corregirlos, además de que deberá de registrarse en una Afore pues a la fecha, no lo ha hecho.

Me comenta la dama de quien le platico, que tampoco tiene firmado un contrato de trabajo, no le entregan recibos de nómina ni del pago de utilidades o aguinaldo; solo tiene la hoja rosa de su alta al IMSS y nada más.

¿Qué ha sucedido en este caso?

Quizás el buen amigo ha abusado de la buena fe de esta dama, o es tan descuidado que ni siquiera sabe lo que él o su contador hace.

El hecho real es que la dama en comento, con gran esfuerzo y sacrificio le paga al amigo cada mes, lo que “supuestamente le corresponde” para que la tenga dada de alta al IMSS e Infonavit, para así “acumular” derechos y poder tramitar a futuro un crédito de vivienda, o bien, poder solicitar alguna ayuda por desempleo o, llegada la edad de su retiro, poder gestionar, obtener y disfrutar de una pensión.

Pero, los derechos anteriores, no los está constituyendo, o lo está haciendo a solo a medias, debido a las inconsistencias comentadas.

Imagínese que usted fuera la persona de quien comento y que, al momento de querer retirarse y tramitar su pensión, el Seguro Social se la niega, aduciendo que su trayectoria como empleado, es una simulación laboral.

¿Qué haría si lo anterior ocurriera a usted y el Seguro Social le diera sólo cinco días hábiles para demostrarle que está equivocado?

¿Tendría a la mano los elementos de prueba suficientes para desvirtuar esa determinación, en tan solo cinco días hábiles?

Si sus circunstancias personales son en algo parecidas a la antes narrada, debe salir de toda duda y más vale que le dé una revisada a su trayectoria laboral y a sus registros en el IMSS e Infonavit, pues entre más pase el tiempo, más difícil le será recomponer cualquier anormalidad.

No peque usted de confiado o de la buena fe de otras personas, por muy sus amistades o allegados que sean pues lo que está en juego es solamente su bienestar futuro; busque asesoría especializada.

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