Apenas el uno de julio anterior, el Sistema de Ahorro para el Retiro cumplió sus primeros veintiún años, hecho que coloca a una gran cantidad de trabajadores, en la antesala del retiro al cumplir, a partir del año 2021, con el requisito de al menos 1,250 semanas de cotización.
El cumplir con las semanas de cotización mínimas requeridas por la Ley, no permite por sí solo, poder pensionarse pues, en adición, se debe de cumplir con el requisito de la edad mínima de 60 años de edad, o más.
Pero ¿qué sucederá con los miles de trabajadores incorporados al mercado laboral, a partir de julio de 1997, a la edad de 36 años o más?
Bueno; estas personas, a partir del año 2021, cumplirán ya con el requisito de edad y semanas de cotización para pensionarse, pero, también es evidente que, ese grupo de personas, carecerán del ahorro necesario, para comprar una pensión de rentas vitalicias o de retiros programados.
Y, al carecer de recursos para obtener una pensión, solo tendrán por derecho el recibir la llamada Pensión Garantizada, de un salario mínimo mensual, cumplida la edad mínima; pero esto no es lo más preocupante, en materia de seguridad social.
Lo más grave y preocupante es que, la Consar estima que seis de cada diez personas, no podrán recibir una pensión, en virtud de que no trabajan; o lo hacen desde la informalidad; o si trabajan, no los dan de alta en IMSS, o los registran esporádicamente o con salarios menores a los realmente percibidos, limitando la acumulación de semanas y, por consecuencia, no generan derechos pensionarios.
Imagínese lo que será de nuestro país, en materia de seguridad social cuando, a partir del año año 2040, los trabajadores “generación Afore”, cumplan los 60 años de edad, que fueron incapaces de cumplir con el requisito mínimo en semanas de cotización (1,250).
Será el acabose y lo que le sigue, porque no tendrán derecho a pensión.
¿Habrá premio de consolación por no cotizar o que, de hacerlo, no se reunieron las semanas mínimas requeridas para pensión?
Todo indica que a partir del próximo uno de diciembre de este año, se empezará a otorgar la “pensión universal”, comentada y ofrecida por nuestro presidente electo, a personas de 65 años de edad o más.
A la fecha, no se ha precisado el importe exacto de lo que será la “pensión universal”; versiones dicen que será del doble de la que hoy reciben las personas de 65 años de edad o más; otras, que será la sugerida por la OCDE, quien refiere que una persona puede atender a sus necesidades básicas, con sólo 1,500 pesos al mes.
Pero desde ahora se vislumbra un panorama más que difícil y desalentador para quienes no puedan aspirar a recibir, al menos, la Pensión Garantizada.
Así, se continúa entretejiendo pobreza y miseria, para 6 de cada 10.
De entrada, ya nuestros expresidentes, de diciembre en adelante, tampoco recibirán las jugosas pensiones; se dice que ni la alta burocracia disfrutará de privilegios ofensivos y amorales, al igual que los integrantes del Congreso de la Unión, entre otros más.
Sin embargo y en lo personal, ver para creer; de por mientras, «de lengua…»
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