El día 15 de julio anterior, la CONSAR publicó el llamado Indicador de Rendimiento Neto (IRN), dato que, por normativa, debe dar a conocer cada mes, o el día hábil inmediato anterior, de este ser inhábil.
El IRN es una resta simple del rendimiento bruto que otorgan las Afore, menos la comisión cobrada en el cuatrimestre y se utiliza para comparar a las Afore entre sí; por ello, el IRN no es un referente determinante, que refleje la posición real de cada Afore pues, para que así fuere, precisa de considerar entre otros factores, el índice de capitalización histórico de las acciones, los efectos de la inflación en el tiempo; las comisiones realmente cobradas; otros; por ello, aunque brille, no es oro.
Así, la Afore que cada cuatrimestre se muestra en primer lugar, de cada una de las tablas, no necesariamente es la más eficiente; tampoco, la que aparece en el último lugar, será la menos eficiente, al representar el IRN solo un dato parcial, referido a un lapso de tiempo muy corto (4 meses), convirtiéndose este Indicador, en una ilusión óptica que puede propiciar que un trabajador que desea cambiarse de Afore, tome una decisión que pueda afectar su ahorro para el retiro pues nada garantiza que la posición en la tabla sea permanente.
Mucho ayudaría a la toma de decisiones a la clase trabajadora, especialmente cuando de un cambio de Afore se trate, que dicho trabajador conociera el índice de capitalización de las acciones en que se ha invertido su ahorro para el retiro, por cada Afore, con datos del 5 de diciembre de 2008, a la fecha.
Finalmente y sin intención de echarle lena a la hoguera, la CONSAR refiere en el comunicado publicado en su portal, en la fecha anterior referida que, los parámetros de cálculo utilizados para destacar cuánto se hubiera ganado de estar en tal o cual Afore, corresponden a una persona que tiene un ingreso promedio mensual de 5 salarios mínimos, en el año 2015, que hubiera cotizado durante 40 años y que los rendimientos reales alcanzados hubieren sido de 5, 4 y 3%.
Las preguntas ineludibles ante lo expresado en el párrafo anterior son:
- ¿Qué valor real tiene el análisis que refiere la CONSAR, realizado con datos de cuatro años atrás?,
- ¿En qué proporción los mismos resultados variarían al verse afectados los factores de cálculo por las severas minusvalías de 2018, las dudosas inversiones realizadas por algunas Afore en empresas quebradas, proyectos de inversión cancelados y en un entorno financiero de mayor incertidumbre?
Por ello, el IRN publicado por la CONSAR, cada mes, es cuestionable, poco confiable e inútil, para la toma de decisiones por los trabajadores.
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